Entendiendo el mercado:
Una organización que entiende el mercado y las necesidades de los clientes, tendrá un activo valioso en sus manos, una herramienta clave para construir una relación cercana, profunda y vital con sus clientes.
Además, será capaz de crear y sostener ventajas competitivas y en definitiva, podrá construir una identidad propia, se diferenciará del resto de los competidores y proveerá real valor para sus clientes facilitando su fidelización.
Orientación de marketing:
A lo anterior le llamo tener una “orientación de marketing”, y poner en marcha esta orientación es una tarea no solo posible sino imprescindible que requiere de la firme decisión de quienes conducen el negocio.
A partir de allí, la materialización de las estrategias y programas de marketing requerirá del conocimiento profesional que administre los recursos que habrán de ser invertidos.
Buenas y malas noticias
La buena noticia es que el marketing ha evolucionado constantemente y en ese proceso evolutivo se ha nutrido de muchas otras disciplinas: sicología, sociología, estadística, informática, antropología, diseño creativo, logística, finanzas, por citar solo algunas; permitiendo organizar una completa área de conocimiento que nos ayudará a explorar cada mercado, permitirá formular las preguntas correctas y guiará nuestros pasos a través de una hoja de ruta, con un destino, sus etapas para alcanzarlo y los recursos que se necesitarán para ello.
La mala noticia es que muchas veces, los negocios empiezan con poca claridad en el enfoque o sin tener en cuenta esta orientación. Se parte de aquello que se “sabe hacer” o que se entiende que es de interés del potencial cliente, al cual se cree interpretar sin otro sustento que una apreciación personal.
También se pierde de vista la relación entre la inversión a realizar (en la elaboración de la estrategia, el desarrollo de programas y la puesta en marcha de los mismos) y los resultados concretos a alcanzar en materia de satisfacción del cliente, volumen de ventas, participación de mercado, rentabilidad, etc.
La “falla de origen”:
Todo ello conduce a una “falla de origen” que explica la alta ocurrencia de fracasos con sus funestas consecuencias. Esto no implica que el marketing nos dará una garantía de éxito, o alejará la incertidumbre y la volatilidad propia de estos tiempos o proveerá de soluciones mágicas para todos los problemas. Sí se puede afirmar que una organización (cualquiera sea su tamaño, mercado o propósito) concebida y gestionada con el marketing como actividad central, tendrá más oportunidades de éxito, concretará el potencial del negocio, reducirá su exposición al riesgo y hará un uso más eficiente de sus recursos.
Conclusiones:
Si aceptamos la idea de que el marketing debería funcionar como el nexo con el microambiente que rodea la empresa y que es a través de él que concebimos una visión empresaria centrada en el cliente, habremos dado el primer paso para funcionar como una organización con orientación de marketing.
Podemos ayudarlo en la elaboración de su plan de marketing y en la implementación, para mayor información comuníquese a info@dasolutions.com.ar
29-07-2020